Revolución francesa

La Revolución Francesa de 1789.

Causas

Antes de iniciar nuestro estudio, es importante señalar, someramente, algunas de las características políticas, económicas y sociales de Francia durante el siglo XVIII. Cuando hablamos de la Revolución Francesa habría que hablar de las revoluciones en lugar de la revolución.

Durante el Antiguo Régimen, los  grupos sociales se agrupaban en órdenes o estamentos, dentro de una sociedad cuya estructura jurídica era, básicamente, aristocrática.

https://historiayviajes.wordpress.com/espana/1808-2/2-el-1800-fin-del-antiguo-regimen/
El primer estado o primer orden, estaba constituido por el clero, sector de gran poder por la importancia de la religión católica.

Era el propietario de la cuarta parte del territorio francés y agrupaba, aproximadamente, cerca de 130.000 individuos.

Sus miembros más encumbrados ejercían notable influencia sobre el Rey, la corte y la sociedad. Era un estado organizado, gozaba de independencia económica y judicial. Tenía a su cargo el "estado civil", que consistía en la inscripción de bautismos, matrimonios y defunciones. Asimismo, tenía a su cargo la enseñanza y la beneficencia.

Dentro de este estado, podemos distinguir dos subórdenes:
En primer lugar el denominado Alto Clero, al que pertenecían los Cardenales, Obispos, Arzobispos, Abates y demás dignatarios de la Iglesia. En su mayoría de origen noble, percibían un diezmo sobre la producción agrícola y los derechos feudales sobre las tierras que les pertenecían.

En segundo lugar, encontramos al Bajo Clero, compuesto por los sacerdotes de parroquia y vicarios. Su existencia no se diferenciaba mucho de la de los pobres del Tercer Estado, pues sólo percibían las contribuciones que el pueblo podía darles en los templos.

El llamado segundo orden o estado, estaba vinculado con el poder real.
Solo se podía pertenecer a él por nacimiento; sin embargo, debido a la grave crisis económica del siglo XVIII, el Rey inició la venta de las cartas de ennoblecimiento, por medio de las cuales cualquier persona, con suficiente dinero, podía acceder a este grupo social.

Su número era de, aproximadamente, unos 35.000 individuos que gozaban de la propiedad de 1/5 o  1/4 del territorio francés, remanente de la estirpe feudal.

Estos nobles tenían ciertos privilegios, algunos de carácter honorífico: como el porte de armas, blasón, panteón familiar y un lugar asignado en la iglesia; otros de tipo feudal y económico como: la exención de ciertos impuestos, la percepción de rentas y derechos señoriales. Sólo ellos podían tener acceso a los cargos importantes dentro del gobierno y la Iglesia.

También aquí pueden encontrarse dos subórdenes: por una parte, la llamada Nobleza de Espada, cuyos títulos habían sido heredados de sus antepasados. Ostentaban los títulos de barones, duques y condes; algunos de ellos vivían dentro de la corte, tenían altos cargos en el gobierno y gozaban del favor real, este grupo era denominado Alta Nobleza de Espada.

Otros, los denominados Baja Nobleza de Espada, vivían en la provincia, gozando de los privilegios otorgados sobre sus tierras, pero lejos de la corte.

Y, casi como un eslabón entre la nobleza y la burguesía, encontramos a la denominada Nobleza de Toga, la cual estaba formada por elementos de la burguesía cuyo poder económico les había permitido comprar las cartas de nobleza. Básicamente ejercían funciones administrativas y judiciales, las cuales, al principio, eran compradas, pero luego pudieron ser otorgadas en herencia.

Estos nobles se habían convertido en un cortejo servil que intrigaba constantemente para recibir y no perder los favores reales, en su mayoría, se convirtieron en propietarios ausentes que, cada día, se desvinculaban más de su relación con los campesinos, a quienes solo consideraban como una segura fuente de ingresos.

Por último, encontramos al llamado Tercer Estado, el cual estaba constituido por la mayor parte de la población francesa, aproximadamente 24 millones. Se distinguía por su carácter heterogéneo es, por definición, el conjunto de los que pertenecen al orden común, de los que están sometidos a la ley común, la masa de los no privilegiados y llevaban sobre sí
el peso del Estado.

Dentro de este Tercer Estado encontramos diferentes grupos sociales, entre ellos podemos destacar a la burguesía, con las diferencias antes señaladas.

Los artesanos y pequeños comerciantes, quienes formaban el grueso de este grupo social, las diferencias entre ellos se establecían por la cantidad de dinero que poseyesen.

Los sectores populares, denominados la canalla, conformados por los grupos de pequeños artesanos, obreros, sirvientes y demás personas de "bajos oficios", quienes vivían en precarias condiciones.

Finalmente, los campesinos, quienes constituían el 85% de la población francesa, eran, aproximadamente, unos 20 millones, entre ellos también existían diferencias de acuerdo a su posición económica, así encontramos desde grandes plantadores a humildes siervos.

Nada mejor que exponer las ideas del Abate Sieyès sobre el Tercer Estado.


(...) ¿Quién osaría decir que el Estado llano no contiene en sí todo lo necesario para formar una nación completa?. Es un hombre  fuerte y robusto que tiene aún un brazo encadenado. Si se hiciera desaparecer al orden privilegiado, la nación no sería menos, sino más. Y ¿Qué es el Estado llano? Todo. Pero un todo trabado y oprimido.... El Estado llano abarca todo lo que pertenece a la nación y todo lo que no es del Estado llano no puede contemplarse como representante de la nación. ¿Qué es el Estado llano? Todo...
      
En la Francia pre-revolucionaria  la desigualdad del régimen jurídico, administrativo y tributario se hacía insostenible: nobleza y clero apenas pagaban impuestos y ostentaban privilegios que, cada día, hundían en la miseria a los campesinos y al incipiente proletariado.

La crisis económica de los años anteriores a la Revolución, había servido para agravar todos los antagonismos que latían bajo la aparente calma del Antiguo Régimen. Hacienda tuvo que suspender los pagos arruinando a los acreedores del Estado; se establecieron reglamentos que entorpecían la naciente actividad industrial, los gastos ocasionados por las guerras, especialmente por la ayuda prestada por Francia a los revolucionarios de los Estados Unidos, no permitieron que se equilibrase el presupuesto. Sobre todo, si tomamos en cuenta la cantidad de exenciones y las evasiones de impuestos.

Ante esta situación, los ministros de la economía como Law, Turgot y Necker, señalaron la impostergable necesidad de imponer cargas fiscales a los estamentos privilegiados, pero siempre el desenlace era el mismo: los grupos poderosos se oponían y los ministros tenían que renunciar.

En 1783, Charles Alexandre de Calonne fue nombrado ministro de Hacienda, entre sus principales proposiciones se encontraban:
- La subvención territorial; que consistía en una contribución general que recayese sobre todos los terratenientes sin excepción.
- La disminución de los impuestos indirectos y la abolición de los aranceles interiores a fin de estimular la producción económica.
- la confiscación de algunas propiedades de la Iglesia.
- La instauración de Asambleas Provinciales en las que los sectores económicamente pudientes estuviesen representados.

Tal vez si este programa se hubiese llevado a cabo, otra hubiera sido la suerte de Francia en 1789. Calonne, sabiendo que el Parlamento de París no aprobaría estos impuestos, convocó en 1787, una Asamblea de Notables. Su sucesor, Loménie de Brienne, Arzobispo de Toulouse, trató de hacer aprobar unas medidas semejantes, pero el parlamento de París las rechazó y el Marqués de Lafayette lanzó la idea de reunir a los Estados generales y declaró que solo los tres estados del reino reunidos tenían la autoridad para permitir nuevos impuestos.

Esta Asamblea estaba constituida por los principales nobles, personas significativas y funcionarios calificados nombrados por el Rey.  Se reunió en Versalles desde febrero a mayo de 1787. Calonne propuso que se eliminaran los privilegios de nobleza y clero y que se pagase la subvención territorial proporcional a la renta. Los Notables insistieron en lograr algunas concesiones políticas a cambio. El Rey, ante esto, disolvió la Asamblea y destituyó y desterró a Calonne.

Al principio, Luis XVI y su Ministro trataron de impedir esta reunión por considerar que estaría dominada por los nobles sedientos de poder, incluso trataron de frenar la influencia de los Parlamentos  sustituyéndolos por un modernizado sistema judicial.

Todos los Parlamentos se resistieron, los oficiales del ejército se negaron a servir, los intendentes no sabían qué hacer, los nobles comenzaron a organizarse en Clubes políticos y Comités. Se había constituido una verdadera rebelión de los nobles como una reacción aristocrática a las pretensiones del Rey y cuya consecuencia sería la revolución burguesa y popular de 1789.

En agosto de 1788 fue llamado, otra vez, Necker. Luis XVI convocó a los Estados Generales para el mes de mayo de 1789.

La revolución
https://clarrobla.wordpress.com/tag/revolucion-francesa/page/2/

Así comenzó la discusión sobre la forma de reunir estos Estados Generales. Tradicionalmente lo hacían por separado y cada uno de los órdenes, tenía un voto. De esta manera querían la reunión tanto el clero como la nobleza; pero la burguesía, que había apoyado a los nobles y a los Parlamentos contra el poder real, no estaba dispuesta a mantener los privilegios fiscales del primer y segundo orden, sino a obtener igualdad política y fiscal con ellos.
La burguesía solicitó que el Tercer Estado tuviese una representación proporcional a su número en la sociedad y se votase por cabeza y no por estamentos.

El Rey, aprobó la participación proporcional, pero no se pronunció en cuanto al voto por cabeza.

Con la reunión de los Estados Generales se puede decir que se inició una segunda fase de la Revolución Francesa, la más conocida, que constituye la revolución burguesa y popular.

El 5 de mayo de 1789 se reunieron en Versalles los representantes de los tres órdenes en Estados Generales. Se enfrentaban diferentes concepciones políticas: la defensa del absolutismo monárquico y la búsqueda del poder político por parte de las clases privilegiados y los grupos liberales.
Como no lograron llegar a un acuerdo sobre la forma de votar, las semanas pasaban y las discusiones eran inútiles. El 13 de junio, algunos sacerdotes del bajo clero se unieron al Tercer Estado.


Juramento del frontón
Etapas de la revolución


El 17 de junio, los representantes del Tercer Estado, con asistencia  de  algunos  nobles liberales, se proclamaron en Asamblea Nacional e invitaron a los miembros de los otros órdenes a unirse a ella.

Esta Asamblea acordó nombrar un Comité de Subsistencia para tratar de calmar el hambre del pueblo y declarar ilegales los impuestos, para luego legislar sobre ellos.



Como el Rey cerró el salón de sesiones, la Asamblea se reunió en un salón de juegos y allí, sus integrantes prestaron juramento de no separarse hasta haber dado una constitución a Francia (el juramento del frontón o del juego de pelota).
El Rey, asustado ante los hechos, ordenó el 27 de junio la unión de los tres Estados en Asamblea y determinó que la votación se hiciese por cabeza. De este modo, en una forma pacífica se puso fin al absolutismo.

Sin embargo, hay acontecimientos que una vez iniciados no pueden ser detenidos y, a partir de ese momento la revolución se escapó de las manos de quienes la iniciaron y se inició una verdadera revolución popular.

La revolución burguesa y popular.

Esta etapa se inició el 14 de julio de 1789 con la toma de La Bastilla.

El  26 de agosto de 1789, la Asamblea sancionó los Derechos del Hombre y del Ciudadano, (los puedes ver en la sección de lecturas) que sirvieron para consolidar la victoria de la burguesía frente al absolutismo, así como la aparición de un cuerpo de leyes y una serie de principios consagrados por la Ilustración, como son: la libertad, la propiedad, la seguridad y la resistencia a la opresión; este último sirvió para legitimar los sucesos de 1789.

A manera de comentario y sin querer profundizar el análisis, comentamos que se dejó de lado el principio de "igualdad" al hacer énfasis en el derecho a la propiedad. Se inició un debate que tendría fuertes repercusiones en las colonias, donde existía una gran masa de esclavos quienes no podían obtener su libertad, de acuerdo al primero de los derechos, por ser una propiedad  necesaria para el desarrollo de la agricultura de plantación.


Los Estados en conjunto forjan la constitución.
El proceso de la revolución fue creciendo como una bola de nieve que rueda cuesta abajo. La Constitución de 1791 proclamó la Monarquía Parlamentaria y la Asamblea Nacional Constituyente dio paso a la Asamblea Legislativa con el fin de crear las leyes para la nueva república.

Se creó un gobierno colegiado: La Convención. Estaba compuesta por 750 diputados, elegidos por sufragio universal. Inicio sus sesiones el 21 de setiembre del año 1792 y  se mantuvo  hasta el 26 de octubre de 1795. .


https://es.wikipedia.org/wiki/Convenci%C3%B3n_Nacional_(Revoluci%C3%B3n_francesa)

Para resumir


La convención, en sus inicios, estaba dominada por los girondinos. Entre los acontecimientos principales podemos señalar: la declaración de guerra a Austria y Prusia, el asalto del pueblo a las Tullerías, el establecimiento de la Comuna de París y la convocatoria para formar un nuevo tipo de gobierno: la Convención.
Este periodo marcó el final de la Monarquía Parlamentaria, el 20 de septiembre de 1792 se proclamó la República.

La situación se fue radicalizando cada vez más; otro sector de la Convención tomó el poder: los jacobinos, quienes representados, principalmente, por Danton, Cothon, Saint Just, guiados por Maximiliano Robespierre, imprimieron tal violencia al proceso revolucionario que este momento ha pasado a la historia con el nombre del "Terror Rojo". Los autores que justifican esta época señalan que las medidas tomadas  fueron necesarias para la supervivencia de la revolución. Sin embargo, la violencia sólo acarrea más violencia y los principales jacobinos, hasta Robespierre, el incorruptible, terminaron ofreciendo su cabeza a la guillotina.

Los revolucionarios moderados se adueñaron de la situación y tuvo lugar la denominada reacción termidoriana, a la que siguió el gobierno burgués del Directorio y, posteriormente, el Consulado.

Ninguno de estos últimos gobiernos fue capaz de satisfacer las expectativas populares, la guerra, el hambre y  la corrupción continuaban haciendo estragos en la Francia revolucionaria. Estos hechos contribuyeron a que un joven militar, Napoleón Bonaparte, vencedor de campañas internacionales, tomase las riendas del poder el 18 Brumario e iniciase su aventura imperial. Este episodio, culminaría en 1814 con la Paz de París, para, más tarde, intentar resurgir con la vuelta al poder de Napoleón en el llamado Imperio de los 100 días y acabó, definitivamente, el 18 de junio de 1815 en la batalla de Waterloo.



La Ilustración 




La Revolución Francesa History Channel completo



Napoleón - Serie Imperios - Documental Completo



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