jueves, 1 de septiembre de 2016

Contenidos de la Revolución Industrial

Contenidos de la Revolución Industrial

En una rápida síntesis podemos enumerar los principales cambios económicos y paraeconómicos de la llamada Revolución Industrial.

     1. Cambios económicos:

Los subdividiremos en: cambios industriales, agrarios, comerciales y del sistema capitalista.
  
    A)   Cambios industriales:

a) La organización económica tradicional fue quebrantada por el industrialismo, es decir, que se pasó de una economía proto-industrial a una economía industrial propiamente dicha.

b) La energía humana y animal fue reemplazada por energía inanimada como  la máquina de vapor y más tarde, los motores de explosión y eléctricos. La energía orgánica fue substituida por energía inorgánica o inanimada.

 c) Se mejoraron los métodos de obtención y elaboración de materias primas en la metalurgia y en la química.

d) La habilidad y capacidad humana fueron sustituidas por instrumentos mecánicos. La máquina desplazó al artesano, o con otras palabras, la economía de máquina sustituyó a la secular economía de herramienta.

e) La mecanización industrial posibilitó la producción en masa, más uniforme y más barata.

f) La fábrica, o mejor dicho, la organización fabril, (factory system), remplazó tanto al sistema de trabajo a domicilio de la Edad Moderna (siglos XVI, XVII y XVIII) como a los pequeños talleres gremiales de origen medieval que todavía subsistían.

    B)   Cambios agrarios:

a) La rutinaria agricultura (herencia de la antigüedad) fue desplazada por la industria..

b) No obstante, durante la Revolución Industrial, la agricultura se renovó tanto en las técnicas de cultivo y ganadería como en los regímenes de propiedad y tenencia de la tierra (la llamada revolución agraria) lo cual hizo posible tanto el aprovisionamiento de los obreros urbanos, como también la drástica reducción de las frecuentes hambrunas que azotaban a la Europa de entonces.

C) Cambios comerciales:

Los nuevos productos necesitaban ser vendidos,  por ello el comercio tenía que liberarse tanto de las trabas naturales (ineficacia de los transportes) como de las trabas artificiales (leyes, reglamentos, etc.) como el Mercantilismo, mediante la adopción del libre-cambismo; con ello la ampliación del mercado alcanzó dimensiones desconocidas hasta entonces.

D) Cambios del sistema capitalista:

a) El capitalismo nacido en las villas burguesas medievales o en los nacientes estados nacionales superará su etapa inicial de protocapitalismo o capitalismo comercial (siglos XV al XVIII) y entrará en una nueva etapa: la del capitalismo industrial o capitalismo clásico (siglos XVIII y XIX) para luego seguir transformándose en otras nuevas modalidades: los capitalismos monopolista y financiero (siglos XIX y XX).

b) La doble concentración de capitales y de industrias alcanzó ingentes dimensiones inimaginables décadas atrás, con graves repercusiones sociales y políticas.

c) Las condiciones de vida de cualquier país antes de la Revolución Industrial eran de mera subsistencia, la norma era una marcada pobreza; la Revolución Industrial transformó la vida de gran parte de los habitantes de las sociedades industrializadas, al establecer, (como una característica propia del fenómeno) un aumento amplio y sostenido de los ingresos per capita como nunca habían existido en la historia de cualquier sociedad. [1]

   2. Cambios paraeconómicos:

Los subdividimos en cambios sociales, políticos y demográficos.

    A)  Cambios sociales:

a) Se produce una reorganización social, en el sentido de que se constituyen definitivamente las dos clases sociales antagónicas que integran la sociedad de nuestros tiempos; por una parte, la clase de los patronos capitalistas y los nuevos empresarios industriales y por la otra parte, los proletarios asalariados.

b) Se radicalizó la llamada cuestión social o cuestión obrera y para aminorar esos antagonismos surgen como posibles soluciones: la intervención del Estado mediante leyes de beneficencia, leyes laborales y seguro social.
La  inconformidad de los obreros por los precarios resultados de las medidas anteriores, impulsó el movimiento obrero en dos direcciones: el sindicalismo como vía profesional y el socialismo como vía política; amén de otras soluciones de tono menor, como el cooperativismo.

     B) Cambios políticos:

 a) Los gobiernos absolutistas de los estados nacionales modernos fueron derrotados y sustituidos por gobiernos representativos y democráticos; mientras desaparecieron los restantes vestigios del feudalismo.

b) Una clase política, distinta a guerreros, nobles y sacerdotes, asumió la dirección del Estado: la emergente y creciente burguesía, cuyas importantes actividades comerciales primero e industriales después, desplazaron a la nobleza terrateniente, sostén del Absolutismo y de la conducción política del Estado. En  ese ejercicio del poder protegerá sus propios intereses (burgueses) con las constituciones y leyes que defendían  la libertad individual, la igualdad ante la ley, la inviolabilidad de la propiedad privada, etc.

c) Aparición de nuevas potencias europeas como Alemania e Italia y extraeuropeas como los Estados Unidos y Japón, que modificarán el equilibrio de poder y la hegemonía de las tradicionales potencias Gran Bretaña y Francia.

d) Aparición de una nueva modalidad de la política imperialista: el llamado "imperialismo económico" cuyas características principales serán: la más rápida y violenta expansión colonialista de toda la historia, reforzada con una sistemática y explotadora exportación de capitales.

      C) Cambios demográficos:

a) Un rápido incremento de la población europea.

b) Aparición de una exagerada tendencia hacia la urbanización, es decir, las ciudades industriales predominaran sobre las pequeñas villas de épocas anteriores.

c) Aparición de fuertes corrientes migratorias, tanto dentro de la propia Europa como hacia países ultramarinos.

Este 
video nos presenta un sencillo esquema del proceso de Revolución industrial .


   



    






[1] .- Sobre este último subpunto ver: WRIGLEY, E. A. Cambio, continuidad y azar.  Carácter de la Revolución Industrial inglesia,  Ed. Crítica, Barcelona, 1993, Pag. 20.

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