CAMBIOS SOCIALES DE LA
LLAMADA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Como ya hemos comentado que la Revolución Industrial fue un fenómeno que abarcó todos los ámbitos de la vida, ahora nos dedicaremos a ver algunos de sus principales efectos.
Este video resume las condiciones de la sociedad industrial, por un lado, los obreros y por el otro la burguesía enriquecida gracias a las nuevas propuestas económicas.
Hacia 1830, la Revolución Industrial condujo al continente europeo, a una nueva situación y generó cambios en todos los ámbitos de la sociedad occidental . En el campo social, entre otros, podemos señalar el establecimiento de dos grandes clases: la burguesía y el proletariado.
Asimismo, hubo importantes alteraciones en las condiciones de vida y de trabajo, las cuales no siempre estuvieron acordes con el progreso material y económico de ciertos sectores de la población.
Evolución del crecimiento de la población
Tomado de:http://apuntesdehistoriauniversal.blogspot.com/2013/05/la-revolucion-demografica-y-agricola.html
Los avances en el campo de la medicina preventiva, con la vacunación masiva y el suministro de medicamentos contra enfermedades como el tifus, la peste, la viruela y el cólera contribuyeron al aumento de la población.
La esperanza media de vida en la clase obrera europea era de 24 años. Su alimentación básica era era el pan y las papas. El consumo de leche, carnes, mantequilla, huevos y verduras era muy escaso, debido a los precios elevados. La deficiente alimentación hizo aumentar el índice de mortalidad entre 1810 y 1840. Esta situación se superó a partir de 1850, al hacerse más raras las epidemias, al mejorarse la higiene y descender la mortalidad infantil.
Durante la Revolución industrial, la población europea creció de 175 millones a 400 millones de habitantes, la estadounidense de 5 millones a 100 millones y la argentina de 400000 a 14 millones.
La población, además de aumentar, buscó concentrarse en las ciudades, cuyo crecimiento, provocado por las fábricas, comunicaciones, transportes, comercio y una vida atractiva, las convirtió en focos de atracción.
Condiciones de trabajo
Por ejemplo, entre 1850 y 1900, la población inglesa que vivía en
las ciudades aumentó de 50% a 75%. En Estados Unidos, hacia 1900, la mitad de
la población se concentraba en 1% del área territorial disponible, y en 1920,
más de la mitad de su población total vivía en ciudades importantes.
Durante el desarrollo del proceso industrial, las condiciones de
trabajo eran muy duras, casi inhumanas. Los trabajadores vivían en situación de
hacinamiento y las normas higiénicas más elementales eran ignoradas.
“Tuve frecuentes oportunidades de ver gente saliendo de las
fábricas y ocasionalmente atenderles como pacientes. El pasado verano visité
tres fábricas algodoneras con el Dr. Clough de Preston y con el Sr. Baker de
Manchester y no fuimos capaces de permanecer diez minutos en la fábrica sin
empezar a jadear por falta de aire. ¿Cómo es posible que quienes están
condenados a permanecer ahí doce o catorce horas lo soporten? Si tenemos en
cuenta la temperatura del aire y su contaminación no puedo llegar a concebir
como los trabajadores pueden soportar el confinamiento durante tan largo
periodo de tiempo."
Declaraciones del Dr. Ward
de Manchester en una investigación sobre la salud en las fábricas textiles,
1819 Tomado de: http://recorriendolabitacoradeclio.blogspot.com/2011/09/la-revolucion-industrial-traves-de-los.html (en esta página encontrarás otros
testimonios sobre el tema)
Dentro de La industria la situación no era mejor. Los trabajadores
carecían de instrucción y experiencia para el uso de las máquinas por lo que,
en muchos casos se producían lesiones, la mayoría, con carácter de invalidez
permanente.
Al establecer las fábricas, los empresarios no implantaron ningún
tipo de reglas de seguridad. Las mínimas normas de ventilación, alumbrado o
calefacción eran totalmente ignoradas con el fin de abaratar los costos y ganar
tiempo para la producción.
Algunos empresarios preferían contratar niños, desde 5 años en
adelante, pues su salario era menor, podían manejar las máquinas sencillas y
eran controlados más fácilmente. Para evitar que se alejaran de sus lugares de
trabajo los encadenaban a las máquinas y hasta llegaban a limarles los dientes
para que comieran menos.
The Children Who Built Victorian Britain Part (en inglés)
Las mujeres eran sometidas a una fuerte explotación
generada por las excesivas cargas de horario, el poco salario, e incluso,
algunas de ellas, tenían que complacer los deseos sexuales de los capataces
para conservar el trabajo.
En las minas, los llamados "topos" no
conocían la luz del sol, los accidentes eran muy frecuentes y los trabajadores
se convertían en verdaderos animales.
“Trabajo en el pozo de Gawber. No es muy
cansado, pero trabajo sin luz y paso miedo. Voy a las cuatro y a veces a las
tres y media de la mañana, y salgo a las cinco y media de la tarde. No me
duermo nunca. A veces canto cuando hay luz, pero no en la oscuridad, entonces
no me atrevo a cantar. No me gusta estar en el pozo. Estoy medio dormida a
veces cuando voy por la mañana. Voy a escuela los domingos y aprendo a leer.
(...) Me enseñan a rezar (...) He oído hablar de Jesucristo muchas veces. No sé
por qué vino a la tierra y no sé por qué murió, pero sé que descansaba su
cabeza sobre piedras. Prefiero, de lejos, ir a la escuela que estar en la mina”
Declaraciones de la niña Sarah Gooder, de ocho
años de edad. Testimonio recogido por la Comisión Ashley para el estudio de la
situación en las minas, 1842 Tomado de: http://recorriendolabitacoradeclio.blogspot.com/2011/09/la-revolucion-industrial-traves-de-los.html (en esta página encontrarás otros testimonios sobre el tema)
El hombre se consideraba como una máquina más, la cual
sólo se alimentaba de un tipo diferente de combustible. Las jornadas de trabajo
eran extenuantes; podían comenzar a las 4 de la mañana y terminar a las 10 de
la noche. La mayoría trabajaba entre 16 y 18 horas diarias y el agotamiento
debido a la monotonía del trabajo repetitivo, en algunos casos, llegaba a
producir accidentes y hasta enfermedades mentales.
Las relaciones entre patronos y obreros se fueron haciendo cada vez más
lejanas e impersonales; un solo patrono, como sucedía en el caso de la
manufactura textil, podía emplear hasta dos mil personas. Al no poder controlar
las fábricas por sí mismos, los capitalistas se vieron en la necesidad de crear
nuevas profesiones como el ya mencionado capataz, los controladores y los
gerentes, todos ellos contribuyeron a agudizar la explotación de los obreros
pues, como hemos señalado, de su rendimiento dependía la conservación de sus
trabajos.
Las relaciones entre los obreros eran muy estrechas:
comían, dormían, sufrían y hasta se emborrachaban en sus lugares de trabajos,
sin embargo, paradójicamente, la solidaridad entre ellos era poca pues el
fracaso de alguno podía ser el beneficio para el otro.
Se inició la vigilancia dentro de las fábricas ya que
algunos obreros se robaban las materias primas, así mismo se crearon castigos
para estos delitos.
La gran demanda de empleo permitió a los patronos fijar salarios muy bajos, los
medios de control y disciplina, especialmente las multas que establecían para
los que cometían algún error en el trabajo, redujeron el sueldo en el momento
de la paga, por lo que el poder adquisitivo de los trabajadores era cada vez
menor.
Todo esto, unido al constante éxodo campesino hacia las
ciudades significó el aumento de la mendicidad y la delincuencia.
Estas condiciones de vida y trabajo, así como la
degradación humana que propiciaban, fueron descritas magistralmente por los
novelistas de la época, quienes reflejaron todo el cinismo, materialismo y
pesimismo que les rodeaba; así tenemos, en Francia a las obras de Balzac,
retratista de la clase burguesa, Gustave Flaubert y, sobre todo, a Emile Zola,
quien se preocupó sobremanera por los problemas sociales causados por la
industrialización.
En Gran Bretaña,
aparecieron las obras de Charles Dickens, Mary Ann Evans, quien escribió con el
pseudónimo de George Eliot, Tomás Hardy y George Bernard Shaw, quien fue el
epítome del realismo de finales de siglo XIX y principios del XX.
Cabe destacar la obra de otros autores con el
estadounidense Theodore Dreiser, el noruego Henrik Ibsen, los rusos Ivan
Sergeyevich Turgeniev, Fedor Dostoievski y León Tolstoi; y la española Emilia
Pardo Bazán.
Otro punto que debemos señalar es la abolición de la
esclavitud, esta institución fue abolida en Gran Bretaña en 1807 y, en el resto
del Imperio, en 1832 con la promulgación de la Ley de Reforma. En Francia, a
pesar de que había sido suprimida por la Convención en 1794, realmente fue bajo
la aventura imperial de los 100 días de Napoleón cuando se eliminó totalmente.
En otros países el proceso fue más lento, en los
Estados Unidos perduró hasta el ya
conocido desenlace de la Guerra de Secesión de 1864 y en las Indias Holandesas
subsistió hasta 1871.
Surgió con gran ímpetu la llamada cuestión social o
cuestión obrera, la cual puede definirse como la denominación colectiva de las
fricciones o problemas existentes entre las nuevas clases sociales.
Como posibles causas de la cuestión social podemos
señalar:
A) Causas económicas: la
mala distribución de la riqueza, la insuficiencia de la producción y el alto
costo de la vida.
B) Causas jurídicas: el
defectuoso régimen de propiedad y la desigualdad ante la ley.
C) Causas políticas: la
centralización o, por el contrario, la atomización excesiva por parte del
Estado.
D) Causas demográficas:
el excesivo aumento de la población, el éxodo campesino hacia las ciudades y el
hacinamiento urbano.
Para finalizar, aunque no pertenece al periodo histórico que estamos
trabajando, te dejo la película Tiempos Modernos de Charles Chaplin, en la que,
de una manera satírica se evidencia la alienación de los trabajadores.
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