jueves, 8 de diciembre de 2016

Totalitarismo

Estado totalitario. Educatina
                                                             
Podemos definir el totalitarismo como el dominio  completo que abarca a todas las esferas de actividad y a todos los grupos sociales. Es decir, se constituye un  monopolio que, en el campo político, no permite la menor  oposición ni crítica, mucho menos el reconocimiento y representación  de un grupo divergente,  y aspira al completo  sometimiento del individuo.   Las dictaduras modernas,  a diferencia de los regímenes autocráticos del Absolutismo, no se contentan  con el dominio  de las instituciones y fuerzas políticas, sino que subordinan prácticamente a su voluntad todos los organismos y todo acto social.

La palabra totalitarismo, que provenía  del léxico fascista, se utilizaba,  principalmente para  referirse a los dirigirnos  que siguieron perteneciendo, mal que bien, al sistema capitalista, como el fascismo, el nazismo y el nacional-sindicalismo y omitían mencionar el totalitarismo más radical y absoluto, el soviético, quizás porque pertenecía a un sistema distinto al capitalismo, o sea, al comunismo  o sistema planificado  colectivista.

De allí la aparente paradoja de la violenta pugnacidad entre todos estos totalitarismos que podemos calificar como: de derecha (antisoviéticos) y de izquierda, (antifascista),  no obstante la gran similitud entre ellos.

       Características comunes    de los  totalitarismos de derecha e izquierda
Proyecto de unificación, de fusión de la sociedad con el estado, un intento de dominio sin límites y sin derechos.
Repudio a la democracia y al capitalismo liberal.
Crean una economía  de guerra en tiempos  de paz.
Avalan el terrorismo  policial, por ejemplo: presos políticos y los campos de concentración.
Culto a la personalidad  o exaltación del líder carismático.
Opresión a las masas populares.
Monopolización de los medios de comunicación y difusión

Según Raymond Aron el concepto de totalitarismo es una ideología que se manifiesta a través de un partido único y cuyo resultado es la dominación total de la sociedad, al no tener rivales políticos que lo detengan y señala las siguientes características:

·       Un partido único se hace con el monopolio de las decisiones políticas de un lugar de forma legal.

·       El partido ha sido fundado en base a una ideología cuyo fin fundamental es conseguir la autoridad absoluta para aquel que se postule como líder.

·       Un gobierno totalitario monopoliza los medios de comunicación consiguiendo persuadir al pueblo en base a lo que quiere y debe hacer.

·       Este gobierno también monopoliza la economía y con ella los bienes de producción.

Le coloco un video de una excelente autora, Hannah Arendt, trata sobre una de sus obras “Los orígenes del totalitarismo”, una de las obras políticas más interesantes del siglo XX, para pensar qué entiende por totalitarismo. 

Hanna Arendt. Orígenes del totalitarismo
                                                                                        

El término "fascismo" proviene de fascis que en italiano significa haz o gavilla; para Mussolini  era el haz de varas con un hacha en el centro  el cual fue el símbolo  de los lictores  (magistrados)  de la  Roma  imperial  y representaba la  unidad  y la fuerza  en la unidad; hay otra versión,  también  se llamaba  así grupos  rebeldes de campesinos sicilianos en el siglo XIX, Mussolini los transformó en formaciones  paramilitares en milicias  (escuadras)  que adoptaron las camisas  negras como símbolo de luto por el porvenir de Italia. El fascismo es definido  como un régimen un poco más suave.

M. Duverger le atribuye las siguientes características:

·       El fascismo se presenta como una doctrina política que opone al racionalismo y abstracción dominantes en el siglo XIX, con una consideración especial hacia los factores naturales del hombre. Así, la sangre, el suelo, la familia y todo el conjunto de fuerzas naturales son los que delimitan el contorno de los seres humanos; que no pueden ser concebidos en abstracto.

·       Por una clara influencia de F. Nietzsche y W. Pareto, entre otros autores, el fascismo parte de la desigualdad entre los hombres: las minorías llamadas a mandar y el resto sometido a la obediencia. Los “inferiores” deben aceptar como natural la detentación del mando por minorías selectas.

·       En virtud de su carácter totalitario y comunitario, el estado abarca toda la vida social, por lo que deben someterse a él todas las libertades políticas y derechos del individuo. La idea quedó sintetizada en la frase de Mussolini: “Todo dentro del Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.”

·       Su carácter violento, agresivo y revolucionario exalta la acción directa contra los enemigos interiores y exteriores del estado y eleva la guerra a instrumento normal de la acción política.

·       El fascismo es un régimen personal. Toda la autoridad y poderes del sistema quedan concentrados en la persona del jefe, del dictador, cuya decisión prima sobre todos los demás órganos, que quedan reducidos a la función asesora y subordinada al jefe.

·       Consustancial al sistema es la existencia de un partido único, que cuenta con el total apoyo del estado, cuando no está plenamente identificado con él. El partido suele tener un carácter militar y el encuadramiento de sus miembros se hace con criterios de este tipo: uniformidad, instrucción militar, uso de armas y disciplina castrense.

·       El fascismo es un régimen plebiscitario. Las apelaciones al pueblo mediante plebiscito (Consulta que los poderes públicos someten al voto popular directo para que apruebe o rechace una determinada propuesta sobre soberanía, ciudadanía, poderes excepcionales, etc.) han sido frecuentes en el régimen alemán e italiano. Pero eso no esconde un sistema democrático. Las votaciones o plebiscitos de Italia, por ejemplo, eran las elecciones con candidaturas únicas de miembros del partido.

Y no podemos finalizar este punto sin hacer mención de Umberto Eco, quien en su libro Cinco ensayos morales, (puedes descargar el texto en http://www.lectulandia.com/book/cinco-escritos-morales/) presenta el ensayo El Fascismo eterno y le otorga las siguientes características:


·       Culto de la tradición, de los saberes arcaicos, de la revelación recibida en el alba de la historia humana encomendada a los jeroglíficos egipcios, a las runas de los celtas, a los textos sagrados, aún desconocidos, de algunas religiones asiáticas.
Cultura sincrética, que debe tolerar todas las contradicciones. Es suficiente mirar la cartilla de cualquier movimiento fascista para encontrar a los principales pensadores tradicionalistas. La gnosis nazi se alimentaba de elementos tradicionalistas, sincretistas, ocultos. La fuente teórica más importante de la nueva derecha italiana, Julius Evola, mezclaba el Grial con los Protocolos de los Ancianos de Sión, la alquimia con el Sacro Imperio Romano. Si curiosean ustedes en los estantes que en las librerías americanas llevan la indicación New Age, encontrarán incluso a San Agustín, el cual, por lo que me parece, no era fascista. Pero el hecho mismo de juntar a San Agustín con Stonehenge, esto es un síntoma de UrFascismo.

·       Rechazo del modernismo. La Ilustración, la edad de la Razón, se ven como el principio de la depravación moderna. En este sentido, el Ur-Fascismo puede definirse como irracionalismo.

·       Culto de la acción por la acción. Pensar es una forma de castración. Por eso la cultura es sospechosa en la medida en que se la identifica con actitudes críticas.

·       Rechazo del pensamiento crítico. El espíritu crítico opera distinciones, y distinguir es señal de modernidad. Para el Ur-Fascismo, el desacuerdo es traición.

·       Miedo a la diferencia. El primer llamamiento de un movimiento fascista, o prematuramente fascista, es contra los intrusos. El Ur-Fascismo es, pues, racista por definición.

·       Llamamiento a las clases medias frustradas. En nuestra época el fascismo encontrará su público en esta nueva mayoría.

·       Nacionalismo y xenofobia. Obsesión por el complot.

·       Envidia y miedo al “enemigo”.

·       Principio de guerra permanente, antipacifismo.

·       Elitismo, desprecio por los débiles.

·       Heroismo, culto a la muerte.

·       Transferencia de la voluntad de poder a cuestiones sexuales. Machismo, odio al sexo no conformista. Transferencia del sexo al juego de las armas.

·         Populismo cualitativo, oposición a los podridos gobiernos parlamentarios. Cada vez que un político arroja dudas sobre la legitimidad del parlamento porque no representa ya la voz del pueblo, podemos percibir olor de Ur-Fascismo.

·       Neolengua. Todos los textos escolares nazis o fascistas se basaban en un léxico pobre y en una sintaxis elemental, con la finalidad de limitar los instrumentos para el razonamiento complejo y crítico. Pero debemos estar preparados para identificar otras formas de neolengua, incluso cuando adoptan la forma inocente de un popular reality-show.

El Ur-Fascismo puede volver todavía con las apariencias más inocentes. Nuestro deber es desenmascararlo y apuntar con el índice sobre cada una de sus formas nuevas, cada día, en cada parte del mundo.

En relación al aspecto económico, podemos señalar lo siguiente: La planificación económica  va mucho  más  allá del simple  intervencionismo, posee  elementos diferentes: estudia   no  sólo el presente,  sino también  la posible  evolución futura de una  economía y una  vez señalados los objetivos y los recursos disponibles se establece una  política  que coordine y ponga  en ejecución  el plan  elaborado; a) imperativa, como  en los países comunistas y b) indicativa, como  en los  países capitalistas, en líneas generales.


Las deplorables  condiciones políticas,  económicas y sociales engendradas por  la Primera  Guerra  Mundial 1914-1918 no encontraron las necesarias  soluciones en los improvisados y débiles gobiernos  en la  inmediata posguerra y la descorazonada población  europea  quedó  predispuesta a aceptar soluciones que fuesen distintas a las de un capitalismo liberal, cuyo funcionamiento-dejaba muchas frustraciones; tampoco resultaba  aceptable el modelo soviético  de la etapa leniniana que se debatía  en la miseria de su comunismo de guerra las nuevas soluciones  manipuladas hábilmente por líderes  carismáticos  eran  de corte fascista que,  sin  embargo, resultaban, comparativamente más esperanzadoras, no hay que olvidar que la desesperación  es mala  consejera,  y esto sucedió  en Italia  (1921), Alemania (1933) y España  (1939).


 
En materia económica  los  fascistas eran una combinación de un  fuerte  espíritu nacionalista, un líder carismático, con elementos corporativistas más  o menos    nominales que  servían  para  enmascarar las tendencias  dictatoriales de esos gobiernos,  conservando algunos atributos del capitalismo como  la propiedad privada  de los bienes  de producción,  una economía de mercado,  disminuida por  la planificación y un dirigismo económico más estricto que un régimen  democrático y una iniciativa empresarial debilitada por todo lo anterior.

El ideario  corporativista  buscaba  la armonía y la paz sociales, bien que  estas  dictaduras  desarrollaron tendencias   guerreras   e  imperialistas, principalmente Italia  y Alemania, puesto  que ni  España  ni Portugal  estaban en condiciones  para ello y prefirieron mantenerse neutrales.

No obstante,  hay que destacar que el corporativismo no puede considerarse como  una  causal de estos totalitarismos, los cuales usaron y abusaron de esta denominación como un  pretexto para ocultar sus verdaderas  intenciones:  ese abuso  sistemático  hizo  que  se identificara,  equivocadamente, al corporativismo con  el fascismo,  de allí el descrédito  que acompaña al término por el recuerdo  de Hitler  y Mussolini  y que produjo  un prejuicio anti corporativo  que todavía  subsiste.


 La planificación  imperativa  fue la  primera  en aparecer  en la  Unión Soviética con el primer plan quinquenal de 1928-1932 bajo el gobierno  de Joseph  Stalin, seguido por el segundo plan quinquenal de  1935-1937 y el comienzo del tercer plan  quinquenal 1938-1942,  el cual  fue interrumpido por  la  Segunda  Guerra   Mundial  1939-1945.  El  otro  país  que  tuvo  dos planes cuatrienales fue la Alemania de Adolfo  Hitler, en realidad  el primer plan  cuatrienal sólo existió en la propaganda nazi y por  ello entendían los cuatro primeros  años del gobierno  de Hitler;  el segundo plan cuatrienal  fue destinado al rearme preparatorio de la Segunda Guerra  Mundial; hay que destacar que no se adhirieron totalmente al modelo  imperativo soviético.

Para finalizar esta entrada, les recomiendo el análisis de este video, puede ser que nos traiga a la mente algunas situaciones conocidas.

8 ingredientes para cocinar un régimen totalitario

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